Y al final, que es cuando
las cosas realmente cuentan
todo se muestra tal cual es,
no hay manos gentiles,
ni cálidos encuentros,
tan sólo un viento tan gélido
y desgarrador como la muerte.


Me fui contra el océano,
sin amigos,
sin familia,
sin apoyos,
y toda la mierda en la que una vez creí
fue arrasada por las mismas olas.


Algunas cosas simplemente deben morir,
que el frío destruya la débil carne,
que endurezca el corazón o
lo desmorone en el intento,
y que haga de los latidos
violentos golpes de pistón.


Deja de llorar y levántate.
Que te tienes a tí mismo
y eso... Debe bastar.

1 comentarios:

Megumi-san dijo...

Supuestamente debe bastar... pero en muchos casos no basta.. no es suficiente... el ser humano es un ser social por naturaleza y aunque ese entorno nos falle siempre estamos buscando aprovación....